PRO LOCO
ALTESSANO - VENARIA REALE APS

Ceronda Canal y Torrente

El torrente Ceronda

Denominado Ceronda (srunda en dialecto piemontés) de su antiguo apodo claras ondas, se forma a partir de las fuentes que brotan del Monte Colombano, largo 22 kilómetros, cruza pueblos y campos, se posa en los bordes del parque La Mandria y con volutas suaves llega a Venaria Reale para terminar su marcha, a veces plácida y a veces impetuosa, en el río Stura di Lanzo. Ojos atentos pueden observar, a lo largo de sus orillas, garzas blancas y cinerinas, germanos, nutrias y cormoranes, en ocasiones también gaviotas volando entre los colores de la naturaleza del torrente. Mirándolo bien desde sus costas, el río parece tener personalidad y pasión propia: suele ser plácido, casi dócil; en cambio, algunas veces se muestra inquieto, inquietísimo hasta capaz de provocar desastres. Torrente temido y amado por los venariesi, siempre preocupados durante sus crecidas, pero disponibles para frecuentar sus orillas en momentos más tranquilos, a veces para pescar con la caña, a veces para pasear a pie o en bicicleta, otras veces para tirar piedras en el agua…O para fugaces encuentros amorosos.

(Fuente: Scaringella A., 10 cose da fare alla Venaria Reale, Daniela Piazza Edizioni, Torino, 2009. Covino A., Il panorama delle Alpi, I contorni di Toeino, Libreria L. Beuf, 1874.)

El canal Ceronda

En Altessano se encuentra el ejemplo más antiguo de utilización del agua del Ceronda para generar fuerza motriz. De hecho, los marqueses Barolo hicieron excavar un canal, ancho 5 metros y largo alrededor de los 300, para alimentar uno de sus molinos. Empezando de este, el ingeniero Borella comenzó a construir el “Canal del Ceronda”, establecido con el Decreto prefectoral del 5 mayo de 1868. La obra fue encargada para dar empujar a las manufacturas ya existentes en la zona al norte de la capital piemontés y también tenía el objetivo de promover e incentivar el desarrollo industrial de la ciudad después de su crisis económica debida a la deslocalización de la capital a Florencia en 1864. De Altessano siguiendo un recorrido subterráneo de 4 kilómetros, se llega a los alrededores de la iglesia de Borgata Lucento, donde se divide en dos partes: el de izquierda, iniciado en 1871, usado para permitir que las ruedas motrices giren, sigue a la izquierda hidrográfica del Dora Riparia desembocando al final en el mismo río. El otro, el de derecha, terminado en 1873, siguiendo por debajo del Dora, lo supera con un puente, corre hasta acabar en el Po. Las aguas de esta parte, un día fueron empleadas para el lavado del sistema de alcantarillado, la remoción de nieve y los servicios de lucha contra incendios.

La cuenca del río

La cuenca del Ceronda está incluida entre las zonas económicas fluvio-glaciales del río Dora Riparia y del río Stura di Lanzo, territorio con una superficie de casi 170 km². La cabecera de la cuenca se coloca sobre relieves y está mostrada sobre la llanura torinesa que culminan en los relieves Druina (1.516 metros), Colombano (1.658 metros) y Arpone (1.600 metros). La parte montañosa (casi la mitad de la cuenca) está drenada, además de que por el Ceronda, por el torrente Casternone, su principal afluente. Los valles son cortos y empinados, sobre todo en la zona de cabeceras y las precipitaciones medias anuales van de más de 1.300 mm en montaña a 1.000 mm en llanura. El Ceronda confluye en su sección terminal, en el común de Venaria Reale, en la Stura di Lanzo. Al principio, el nombre de este río quizás era Clara Onda, o sea agua clara del latín; en efecto los primeros asentamientos humanos a lo largo de su álveo, del que tenemos algunos testimonios, son romanos. Posteriormente, durante la Edad Media, hubo una fusión entre las dos palabras en “Claronda” y después en “Chiaronda”, como se desprende de los manuscritos del Castellamonte, dedicados a Carlos Manuel II, sobre el proyecto de la Reggia de Diana en Venaria. Desde entonces el topónimo se convirtió en el actual “Ceronda” a través del dialecto piemontés Ciaira Onda. Ese no solo constituye un interesante sistema natural biológico y morfológico, sino también toma una importancia histórica y paisajística. De hecho el CASTELLAMONTE escribe: “…el río Chiaronda corre…rápido con aguas que no niegan el propio nombre y lejos de traer alguna molestia pone a todo el sitio delicia y vaguedad…”

(Fuente: AA.VV., Bacino e reticolo idrografico del Ceronda, Provincia di Torino, Collana ambienteù 6, 2000)

El canal del Ceronda

Para compensar la ciudad de Turín por su pérdida de la capital. El Parlamento, con la Ley del 18 de diciembre de 1864, puso a disposición de la ciudad una póliza anual de £ 300.000, para que pudiera dotarse de un nuevo canal generador de fuerza motriz.
Fueron presentados ocho proyectos y entre ellos fue elegido el del ingeniero Borella denominado “El canal del Ceronda”. En esa época los torineses decían así: “ellos creen que pueden lavar con un poquito de agua del Ceronda la sangre de septiembre…” refiriéndose a las revoluciones torinesas de 1864, por el cambio de la capital de Turín por Florencia. Sin embargo, solamente con la realización del Canal del Ceronda empezó el verdadero desarrollo industrial de Turín.
El canal del Ceronda tenía un alcance de 4.000 litros/minuto (incrementada del “Canal delle Acque Chiare”, una captación en sub-lecho de la derecha del río Stura que fluía a lo largo del ferrocarril y cruzaba con un sifón la colmena para sumergirse en el homónimo canal poco después de la estación de tren) y revelaba, al principio, 849 CV, con su parte izquierda y 854 CV con la derecha. El total era, entoces, de más de 1.703 CV que salvaron la industria turinesa y cambiaron la vida y la aparencia no solo del Borgo Dora de Turín, sino de toda la ciudad.